
Tengo una poesía en la punta de la lengua…
Las palabras se aferran como las hojas a las ramas durante una gran ventolera…
En la punta de la lengua están pero mis manos las toma una a una
Y con cuidado las coloca sobre el papel.
Hablan de caminos;
de cómo vamos haciendo un camino al andar viviendo
de cómo esos caminos a veces se atraviesan,
corren paralelas o se sobre-imponen.
Son palabras que hablan de que cada camino tiene un propósito
que ese propósito no siempre es claro,
y eventualmente, se levanta la neblina
lo miramos a los ojos
y aunque no siempre es agradable – es necesario.
Estas palabras me llevan a ti.
A tu camino corto pero tormentoso
a cómo ese camino encaja casi perfectamente con el mío.
A cómo tu huellas andan a la par con las mías,
a cómo nuestros ojos se encuentran y en silencio hablan.
Nuestros caminos neblinados
porque no vemos el propósito
nuestros caminos recorridos
donde se entrecruzaron en varias ocasiones
donde más distintos no podían ser…
Palabras que hablan de cómo te fijas en detalles
tan pequeños de mi proceder…
de cómo tu sonrisa ilumina mi vida,
de tu piel suave y fría
de tu timbre aterciopelado a la 1:00am
y tus arrebatos de locura.
Palabras que hablan de tus arranques de coraje
como pequeñas explosiones,
de tu sensibilidad e insensibilidad.
De este camino aneblinado y agridulce
que va dejando huellas en mi alma.
Palabras en la punta de la lengua que gritan tu nombre,
que susurran tu nombre, que me hablan al oído,
a mi alma, a mi piel, mis labios, a mi vida entera.
En la punta de la lengua… espero.
Fotografía de Yaki Yaskvloski